El diseño de interiores de este singular espacio es cómplice de la comida que ofrece el restaurante, hasta el punto de transportar a sus clientes, estimulando sus sentidos con materiales, colores y texturas. El espacio recrea un bosque, donde la iluminación genera haces de luz y el sol se filtra estudiadamente entre el espeso follaje para proporcionar una luz íntima, puntual y de calidad.